miércoles, 14 de septiembre de 2011

De Viaje

     Hace unas semanas mi esposo, mis suegros y yo hicimos un viaje hacia Colorado desde Virginia. Eran 30 horas de manejar, pero a mi esposo le gustan las aventuras, así que,  nos subimos al auto, y mi esposo manejó por 4 días para llegar a Colorado. Fue una experiencia maravillosa.
El viaje fue hermoso, conocimos muchos bellos lugares, disfrutamos de familia, nos la pasamos muy bien. Sin embargo, al final del viaje, añoraba my hogar, al menos eso pensé...
     Recuerdo llegar a casa esa noche y pensar ¡Este no es mi hogar! ¡esto no es lo que yo estaba esperando! por unos segundos me senti un poco desilusionada. En realidad no sabia que estaba esperando, ¡yo conosco este lugar, he vivido aqui por mas de 4 años! ... Despues me di cuenta de algo...
"Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios" Hebreos 11:9-10...
     Mi espíritu no esperaba mi hogar terrenal, ese deseo que tenia de llegar a mi hogar, fue el mismo que llevo a Abraham, a Isaac, y a Jacob a vivir como extranjeros en la tierra que Dios mismo destino para ellos. Ellos sabían que por el momento vivían en la tierra prometida a ellos por Dios, pero, cuando fuera su tiempo, Dios los llevaría a su hogar permanente. "la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios"
     Al darme cuenta de esto, mi corazón se lleno de gozo... ¡Gracias Dios porque este no es mi hogar! hay algo más hermoso, construido por tus manos que estas preparando para mi. Un lugar en donde en realidad descansaré después de un largo viaje... Mientras tanto, lo disfrutare, y aunque siempre sere una extranjera morando en tiendas en esta tierra, aquí, en esta tierra tu me prometiste vida en abundancia.
¡Gracias Abba!