martes, 7 de agosto de 2012

Mi vida en cajas - lápices y lapiceros


      Ese miércoles por la mañana después de darle desayuno a Alfredo y despedirnos hice una oración por el: Abba, dale a Alfredo un espíritu de sabiduría y revelación para que te conozca mejor. Abre los ojos de su entendimiento para que sepa cual es la esperanza a la que lo haz llamado, y cual su riqueza en los santos. Cual ese poder que quieres usar por medio de el, el mismo que resucito a Cristo de los muertos. Fortalece su hombre interior por medio de tu Santo Espíritu y que cimentado en Ti, conozca plenamente Tu amor. Después seguí mi día como cualquier otro. Al medio día llame a mi esposo para saber como estaba, como no contesto deje un mensaje en el contestador...

    Una semana después, mi sala esta llena de cajas. Una de ellas tiene implementos de oficina: engrapadoras, cintas adhesivas, calculadoras, goma, borradores, cuadernos, etc. Sin embargo lo que mas me intriga de esa caja es la cantidad de lápices y lapiceros que hay. No los he contado, pero estoy casi segura que hay mas de 80 de todos tamaños y colores. No soy muy buena en matemáticas pero entre mi esposo y yo hay 4 manos y 20 dedos, aunque usáramos un lápiz en casa dedo  aun no los usaríamos todos... ¿Cuando acumulamos tantos?  No lo se pero en su momento cada lápiz, lapicero, trajo el deseo de escribir, de ser usado.
    Pienso en Habacuc, en momento de angustia clamo a Dios, cuando Dios respondió, Habacuc argumento, no en rebeldía, sino en un espíritu hambriento por respuesta de su Señor. Habacuc capitulo 2 verso 2, Jehová le respondió y le pidió algo muy especifico “escribe la visión y declárala en tablas” Quizás eso es lo que cada uno de esos lápices y lapiceros me quieren decir. Me pregunto en cuantas ocasiones mi Señor me hablo, y me dijo "escribe la visión y declárala en tablas" y al no hacerlo se quedo guardado en una caja sin usar. Cuantas veces me dio una palabra y aunque no la entendía en ese momento era necesario escribirla en la tabla de mi corazón (Jeremías 31:33) para esperar en él, porque sin duda, no tardaría y llegaría, sin embargo no lo hice. Mientras reviso cada uno de los lapiceros y lápices y darme cuenta que ya muchos no sirven o están rotos, pienso en las palabras suyas que rechacé, y todas las oportunidades que perdí. 
Esos lápices y lapiceros se quedaran allí, tal vez en el pasar del tiempo pierda algunos. Sin embargo se que eso no pasara con las promesas de mi Señor para mi, ni con su palabra. Porque todas las promesas son en él si y en él amen, y el mundo entero puede pasar, pero ni una tilde de la palabra de Dios pasara. 
    Abba, hazme sensible a tu palabra, dame oídos para oír lo que tu espíritu tiene que decirme. Dame palabras para escribir y proclamar lo que tu pones en mi corazón. No quiero dejar de escucharte, moldeame con tu palabra.