jueves, 24 de marzo de 2011

¿Por qué sigo aquí?

En días como hoy es cuando le pregunto ¿por qué sigo aquí, por qué me pides que siga haciendo lo que hago, cuando sabes que trae tantos recuerdos?
Verán, soy asistente medico en una clínica de ginecología y obstetricia; gran parte de mi trabajo es cuidar de mujeres embarazadas. Todos los días veo pacientes que han perdido a sus bebes, tan temprano como 4 semanas y tan tarde como 39 semanas.  Dios se llevo a mi primer bebe hace ya 5 meses, yo tenia 8 semanas de embarazo. Cuando perdí a mi bebe, le pedí a Dios no regresar a mi trabajo, no creía poder soportarlo. Sin embargo su plan era diferente y sigo allí.
Estas ultimas 2 semanas han sido especialmente difíciles, 2 de nuestras pacientes perdieron a sus bebes a las 16 semanas de embarazo, y una perdió a sus gemelos también a las 16 semanas de embarazo. 
La semana pasada una paciente que perdió a su bebé también de 8 semanas me dijo "nunca pensé que fuera tan difícil" y sin pensarlo le conteste "Dios me esta llevando de la mano en este camino, El también te llevará a ti". En ese momento Dios me respondió, me dijo "por eso sigues aquí hija"
Muchas personas no entienden porqué una mujer puede llorar tanto a un hijo del cual no tiene recuerdos, o nunca tubo en sus brazos, para mi es simple: El amor de una madre no se basa en recuerdos, el amor que una madre tiene por su hijo viene de muy muy dentro, se aferra a su ser, y se vuelve parte de ella. No se como explicarlo, lo que se es que jamas pensé amar tanto a alguien tan pequeño, pero ese bebé se volvió gran parte de mi en tan poco tiempo.  
¿Por qué sigo aquí? porque ese es su plan, porque el sana mis heridas al dejarme ayudar a otros. Porque abrió una ventana nueva en mi vida para que yo poco a poco deje de ver con mis ojos, y empiece a ver con los de El. 

miércoles, 23 de marzo de 2011

Hoy elijo creer en Ti…

Hoy elijo creer en Ti, porque me amas con amor eterno,
Porque estoy grabada en la palma de Tu mano,
Porque si cuidas de las aves y las plantas.
¿cómo no cuidaras de mi?

Hoy elijo creer en Ti, porque eres Dios,
Porque eres mi fortaleza y mi escudo,
Porque en ti nueva criatura soy,
Porque aunque el cielo cayera,  y las montañas se muevan al mar
¿Quién me quitara de tu mano?

Hoy elijo creer en Ti, porque eres grande,
Porque eres mi camino, mi paz, y mi vida,
Porque nada soy, y nada puedo sin ti,
Porque en pruebas y en momentos difíciles,
¿No eres tu el que me sostiene?

Hoy elijo creer en ti, porque eres bueno
Porque nada para mi tiene sentido sin Ti,
Porque en la cruz, en tu mente estaba yo,
Porque por Tu sangre libre soy

Hoy elijo confiar en ti, porque eres Dios… Mi Dios. 
Karla Carrasco.
Fil 4: 6 y 7 

martes, 22 de marzo de 2011

Rompiendo Cadenas

Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. Hechos 16:25-26
Las pruebas producen distintos tipos de emociones, dolor, frustración, ira, soledad, amargura, etc. Todos estos sentimientos son cadenas que no nos dejan salir del hoyo en el que nos encontramos. Sin embargo Dios permite las pruebas en nuestras vidas para hacernos crecer espiritualmente, lo cual nos lleva a una relación mas madura con El, que de otra forma no pudiéramos disfrutar.
Entonces ¿cual es el problema? Si las pruebas tienen este propósito, ¿por qué es que la mayoría de nosotros nos encadenamos con todos estos sentimientos?
El problema somos nosotros, y nuestra incredulidad. Dios através de Su Palabra nos promete que no nos dejara, que los pensamientos que tiene para nosotros son de paz y no de mal, que El es nuestra roca y amparo y tantas cosas mas. Pero por algún motivo nos cuesta trabajo entender que ya nada depende de nosotros, sino que todo depende de El, que todo nuestro caminar debe de ser dando pasos de fe y no de vista. Cuando estamos en una prueba, lo primero que hacemos es “buscar a Dios” y cuando no responde de la forma que queremos, decidimos darle una “manita a Dios” para que todo salga de acuerdo a lo que queremos. Al final, cuando empeoramos las cosas, todos esos sentimientos nos atrapan y nos encadenan, condenándonos a un calabozo muy adentro, del cual jamás salimos sin la ayuda de Dios, podemos pretender salir de el, pero nuestras acciones muestran lo contrario.
Pablo y Silas acababan de ser azotados, ahora estaban en un calabozo encadenados. Todo esto por la acusación falsa de los amos de una adivina. En medio de todo esto para ellos hubiese sido muy fácil llorar toda la noche, lamentarse, llenarse de ira amargarse, etc.; pero esa no fue su reacción. Ellos cantaron y oraron. A medianoche, después de haber sido azotados y encarcelados, ellos estaban alabando al Señor y Dios se encargo de romper las cadenas que los ataban.
Esa es la solución al problema, en momentos de angustia y dolor, orar y cantarle a Dios, bendecir a Jehová en todo tiempo. La ultima frase del verso 26 dice “y las cadenas de todos se soltaron” Dios los liberó de sus cadenas, los liberó del dolor, de la ira, del desaliento, de la soledad, de la amargura, de cualquier sentimiento que los atara.
Lo único que nos pide Dios es creer, en Hebreos 6:13 nos dice que Dios, no pudiendo jurar por otro mayor, juro por si mismo cuando le hizo la promesa a Abraham. Así de importante son las promesas de Dios, Dios no es hombre que pueda mentir y su mano nunca se acortara. El es nuestra fortaleza, y no importa lo que pase nuestro gozo es El. No hay NADIE ni NADA mayor que Dios, las promesas en El son si y en El amen.
Regocijaos en el Señor SIEMPRE. Otra vez digo: ¡Regocijaos! (Fil. 4:4) y El romperá las cadenas SIEMPRE.  
Karla Carrasco
Fil 4: 6 y 7