viernes, 20 de enero de 2012

Lo Hermoso De Ser Mujer




Esta mañana a las 6:30 mi esposo me dio un beso y se fue a trabajar. Al despertar pase un tiempo en oración com mi Abba, después seguí mi día como cualquier otro. Desayune, lave los platos, después me dirigí al baño para preparar mi mascarilla de aceite de oliva para mi cabello. ¡toda un ama de casa! ¿no lo creen? Casa limpia y organizada, comida lista para cuando mi amado llegue a casa, y el “juicer” con muchos vegetales y frutas para seguir la dieta.
Mientras me ponía el aceite de oliva en el cabello, me vi en el espejo y pensé ¡Lo hermoso de ser mujer!... No pude evitar reír mientras me ponía una bolsa de plástico en la cabeza... Sin embargo:
Nosotras las mujeres fuimos el toque final de la creación. Después de los ángeles y las estrellas, los mares y los valles, los animales y las flores, después del hombre, fuimos nosotras. El libro “Cautivante” por John y Stasi Eldredge nos llama: La corona de la creación, el clímax de la obra de arte más hermosa que hay. El punto final de la creación de Dios. 
Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer... Génesis 2: 21-22
Cuando imagino esta escena, imagino a Jehová como el director de una gran y maravillosa orquesta, rodeado de ángeles, cuando todos creen que la creación estaba terminada, Jehová da el toque final a la creación... ¡la mujer! “Vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera...” Génesis 1:31. ¡En ese momento todas la huestes angelicales, el cielo entero, explota en adoración a Jehová, nuestro creador! Alaban su poder su gloria, al ver la creación no pueden evitar dar gloria a Dios por ella. ¡El toque final fuimos nosotras!
¡oh my girls!!! ¿Se dan cuenta de lo que esto significa? Dios nos guardo como el toque final de la creación para mostrar que tenemos un propósito para el. Cada una de nosotras tiene un mensaje que recibir y que dar. El mensaje es: ¡Consumado es! Juan 19.30. Que Cristo ya hizo todo. El es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. En la cruz del Calvario, cuando todos creían que todo había terminado Dios se guardo el regalo mas grande. Jesucristo, el dador y consumador de muestra fe, por quien y para quien todo fue hecho, y por quien subsistimos murió por nuestros pecados. Y como prueba infalible de que el sacrificio por nuestros pecados fue acepto, resucito al tercer día. ¡Gloria de Jehová, mi Señor, Dios todo poderoso!
Si, somos lo mas hermosos de la creación, sin importar que tan delgadas o gordas estemos, o como se ve nuestro cabello. Somos la corona de la creación solo porque la podemos llevar ante los pies de Cristo, el que nos creo, para gloria y honra a El. Porque es Cristo en nosotras la única esperanza de gloria (Colosenses 1.27) 
La ultima frase de Génesis 2.22 dice: Y la trajo al hombre. 
Hombre: Dios trajo a la mujer a ti para que la amaras, con un amor que solo el te puede dar. La única forma en la que puedes amar debidamente a una mujer es NO haciendo de ella tu prioridad. Has de Dios tu prioridad y por medio de el la podrás amar en formas que jamas creíste posible. Por mas que intentes, por mas que quieras, nunca podrás satisfacer completamente sus necesidades ni ella las tuyas. Veras: tu y yo fuimos creados, por Dios, con un enorme vacío dentro de nosotros. Científicamente somos mayormente espacio. ¿Por qué? porque al darnos cuenta de ese vacío buscaríamos al único que puede llenarlo; Jehová nuestro creador.  Cuando entro el pecado, buscamos diferentes maneras de llenar esos vacíos, entre ellas unos a otros. Algo vacío no puede llenar otra cosa vacía, de la misma forma que un ciego no puede guiar a otro ciego. Solo Dios puede llenar tanto a ti como a ella. Tampoco te la dio Dios para que la entiendas. Hacerlo solo te llevara a mas frustraciones, porque para ser sincera, muchas veces ni nosotras nos entendemos.
Solo ámala, a diario ora por ella, lavala con el agua de la Palabra de Dios. Llevala al pie de la cruz para que sea Jesucristo quien le de todo el amor que ella necesita y mas. Cuando tanto tu como ella estén llenos del amor de Dios, de ustedes correrán ríos de agua viva y no podrán evitar amarse uno al otro en formas que solo Dios puede hacer. 
Solo entonces, sin entender, podrás ver, aceptar y amar lo hermoso de ser mujer.